¿ Sábes lo que pasa?

Que no esque te quiera todavía, esque no he conseguido olvidarte. Esque vivo en tus palabras, y creo que eres algo que, claro está, no eres ni seras. Vivo perdida en tantas miradas, en poco tiempo que fue tanto. Salto de recuerdo en recuerdo, y no encuentro la solución por la que me derrito por cada vez que te veo. Quizas, solo quizas, te quiero un poco, pero eso no implica nada. Vale, no podemos dudar que te quiero, pero no de esa forma. No de la forma que tu quieres que te quiera. El problema de todo esto, esque te quiero tanto, si, tanto, que me prohibo olvidarte. Y cada herida que me haces en este moratón que ya no merece el nombre de corazón, me hace sentirme más perdidamente enamorada de ti. Pero quizas, tal vez, y digo tal vez, lo que pasa, esque no se como olvidar, porque me lo prohibí. Asique intentemos recordar...

Como era eso de olvidar, y de vivir sin ti.

¿ Cómo no voy a mojarme;

Si aquí dentro no para de llover? 

Última linea juntos,

Verso acabado, punto.

Aprendí tantas cosas que no quería aprender...

He aprendido que las aves vuelan, y los políticos mienten. Que pasé lo que pase el mundo sigue girando, y el tiempo no se detiene. Que puedo ser la niña más feliz del mundo, y que en un minuto se valla. Que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Que todo el mundo es falso, y no les importa hacer daño para conseguir lo que quieren. Que las cosas pasan en cuestión de segundos, y que las personas nos enamoramos con facilidad. También parendí, que solamente puedes creerte lo que ves, porque hacen de un grano de arroz una montaña. Aprendí que los pequeños detalles me hacen felíz, que me muerdan el labio me vuelve loca, y que su sonrisa no tiene precio...

El riesgo no es un modo de juego, es el juego en sí.

“Es imposible". dijo el orgullo.
"Es arriesgado". dijo la experiencia.
"No tiene sentido." dijo la razón. 
"Inténtalo." susurró el corazón

Buenos días, buenas tardes, buenas noches quiero darte.

Se donde encontrarte, donde mirarte, y donde tengo que tocar. Te emborracharé mientras tu pagas las rondas de piropos. Nos quitaremos la ropa en segundos, y solo tardaran otros en reconocerse nuestros cuerpos. Borraré uno a uno los rastros de otras y los sustituiré por besos invisibles que no se borran.